Parte intervención de Miriam Alía en la Comisión Ciudadana
2 DE ABRIL (si hubiera estado a tu lado)
Lo primero dame la mano. Dame la buena que la otra da grima y te duele si la aprieto.
Maite, mujer luchadora
Hemos vivido meses que han durado años. Todavía recuerdo, Maite, el último día de marzo que pudimos ir a buscarte a la residencia para pasar el domingo, como tantos otros domingos. Recuerdo entonces, como tantas otras veces, que saltaste del sillón al verme entrar en la sala y ante el asombro de los presentes, con una agilidad más propia de una jovencita que de una persona de 87 años.
Mi madre, una gran mujer con carácter, luchadora, trabajadora. Una niña del 36, en plena guerra civil, que junto al amor de su vida, mi padre, creó una família, con esfuerzo y trabajo. La sacaron adelante...
Isabel nació en el año 1928 en Madrid. Le tocó vivir la guerra y la posguerra, tiempos difíciles. Empezó a trabajar desde joven bordando y cosiendo. Empezó a trabajar desde joven bordando y cosiendo. Estuvo en Suiza unos cinco años trabajando en un taller, en aquella época. Después volvió a España y siguió bordando para el Corte Inglés, hasta que se jubiló. Le apasionaba viajar y conocer mundo.
Alfonso, PAPÁ, un hombre con muchas ganas de vivir a pesar de sus 96 añitos. Te has ido para siempre, no te han permitido seguir disfrutando de los bollitos que te llevábamos todos los días y que agradecías con esa sonrisa de niño travieso.
Solo recordando esa sonrisa ha sido posible seguir estos días de dolor y ausencia, que en ocasiones se hace duro de sobrellevar.